Fachada de la Casa Municipal de Cultura de Llanes.
ESE CLARO OBJETO DE DESEO
Llanes, Higinio del Río Pérez
Ser el director de la Casa Municipal de Cultura de Llanes lleva consigo el privilegio de ocupar el despacho de José de Posada Herrera (1814-1885). Impresiona la relación de cargos que ocupó este ilustre hombre, uno de los llaniscos más importantes de todos los tiempos: fue catedrático de Derecho Administrativo, diputado y senador, director general de Instrucción Pública, ministro de la Gobernación, embajador ante la Santa Sede, presidente del Consejo de Estado, del Congreso de los Diputados y del Consejo de Ministros (el único asturiano que ha llegado a presidir el Gobierno de España), y fue condecorado con el Toisón de Oro.
El despacho -hoy objeto de deseo, obsesivamente, según estamos viendo- se ubica en el ala oeste del palacio de los Valdés Posada (en el que murió José de Posada Herrera, no en el que nació, como se señala alguna vez erróneamente). Está en la segunda planta y se accede a él a través de un estrecho paso abierto en la galería que une la antigua capilla y sala de estar de la mansión (convertida en el salón de actos del centro cultural desde su inauguración en diciembre de 1987) con el propio despacho. Desde éste, una puerta trasera permite el acceso a la antigua escalera de piedra, con reminiscencias medievales que sube a una torreta almenada, sobre la calle lateral (donde está la popular sidrería El Almacén), y que baja, por la izquierda, al patio palaciego. Carlos Posada Miranda, descendiente del político decimonónico, me explicó una vez, detalladamente, in situ, cómo estaba dispuesto ese singular espacio, tal como lo había conservado la familia desde la época de don José: dónde estaban la mesa y la biblioteca, con los libros resguardados detrás de puertas de cristal, la tipología del noble mobiliario, los cuadros que colgaban en las paredes…
El despacho, visto desde el patio. (Foto. H. del Río, junio de 2020).
¡Quién le iba a decir a Pedro Pérez Villa (Pedro el Sordu) que uno de sus nietos ocuparía ese histórico despacho como director de la Casa Municipal de Cultura de Llanes durante más de tres décadas! ¡Y quién se lo iba a decir también a Genín, el de La Pilarica, el nieto de Pedro el Sordu en cuestión!
A lo largo de los treinta años y medio que la ocupé, presidieron esa estancia dos magistrales retratos fotográficos de cuerpo entero y en mediano formato, hechos por dos de los mejores fotógrafos en la historia de Llanes: el de Pedro Pérez Villa, por el gran Cándido (Cándido García Ovejas) en 1916, y el de Pilar Pérez Bernot (la de La Pilarica), por Pepe (José García Arco) en 1942.
Fachada lateral de la Casa de Cultura y ventana del despacho del director.
Fotografías: H. del Río (junio, 2020).
Enhorabuena por impecable gestión.salud
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias!
ResponderEliminarPaz y salud.
Ojala yo hubiera llegado a tiempo. Hablamos por teléfono y por mail, Me dedico a la gestión cultural y me encontré gratamente al hablar con usted, con una persona culta al cargo de la cultura. Un gran hallazgo en los tiempos que corren. Me pasé como me dijo. Pero acababa usted de retirarse. Un cordial Saludo Higinio.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus palabras. Seguro que habríamos encontrado fórmulas de colaboración en beneficio de todos. Un saludo.
ResponderEliminarEspero que nos encontremos algún día.