Mostrando entradas con la etiqueta Farell (Julio). Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Farell (Julio). Mostrar todas las entradas

miércoles, 23 de junio de 2021

FRANCISCO TARIO: LA CONEXIÓN CON LLANES DE UN ESCRITOR

 

Tario (Francisco Peláez Vega). Archivo de Julio Farell.


OPINIÓN            

                                                   

Veraneos de una familia mexicana



HIGINIO DEL RÍO PÉREZ

Al igual que su hermano Antonio (un pintor de fama internacional que fallecería en 1994), Francisco Peláez Vega (México, 1911-Madrid, 1977) estaba instalado en la élite cultural mexicana. Entre sus amigos y vecinos en la ciudad de México se contaban Octavio Paz y Elena Garro. Desde 1943, era un notable escritor de literatura fantástica, aunque un tanto inclasificable, que firmaba sus novelas como Francisco Tario, tras cambiar sus apellidos por un vocablo de origen purépecha. Su padre, José Peláez Sampedro, natural de la localidad llanisca de Vibaño, había emigrado poco antes de la revolución zapatista y fundado allí, en la calle Mesones del D. F., el negocio de abarrotes Casa Peláez, especializado en productos españoles.   

Siempre elegante en el vestir y buen deportista, Tario había sido guardameta de dos equipos mexicanos de fútbol (el “Club Asturias” y el “España”). En cada partido se ponía una gorra al estilo británico y un suéter distinto. Tocaba el piano con finura y le apasionaban el cine y los toros. Llegó a entablar una cordial relación, de mutua admiración, con Manolete, con el que jugaba al frontón cuando el diestro cordobés toreaba en México.

Con su esposa, Carmen Farell Cubillas (una mujer bellísima, fallecida en 1967), formaba una pareja muy distinguida, con un toque un poco a la ‘nouvelle vague’. Tenían dos hijos: Sergio y Julio Francisco, nacidos en 1943 y 1945, respectivamente, y en los años cincuenta residieron los cuatro en Acapulco, donde el escritor regentaba dos salas cinematográficas: “Río” y “Rojo”. Era la época de apogeo de las estrellas de Hollywood y de los boleros del trío “Los Panchos”, transcurrida mientras Francisco Tario tecleaba en su Remington cuentos de fantasmas y extravagancias narrativas basadas en lo insólito y en la vertiginosa dimensión de la nocturnidad. Uno de esos relatos, titulado “La noche de Margaret Rose”, fue considerado por Gabriel García Márquez como uno de los mejores del siglo XX.

La familia se dedicaría a viajar por toda Europa y acabaría estableciéndose en Madrid, en 1960: primero, en el Hotel Emperatriz, y luego en un piso en la calle Lagasca. Llevaban a flor de piel un cosmopolitismo culto y una discreta forma de ir por el mundo, pero los Peláez nunca dejaron de sentirse llaniscos. Llanes, donde poseían una casa, era su lugar favorito de veraneo. Se bañaban en el Sablón, hacían la compra en la tienda de comestibles “La Pilarica” y los vástagos del matrimonio actuaban en las veladas teatrales que organizaba el bando de San Roque en el Cinemar. El pequeño, que regresó a México, es un importante pintor. Su nombre artístico es Julio Farell, expone en sitios de prestigio, como el Polyforum Cultural Siqueiros, y en 1968 ya había ilustrado la portada de un libro de cuentos de su padre (“Una violeta de más”). Participó en la primera edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, ARCO, en 1982, de la mano de la galería madrileña Novart. En España poseen obra suya el Museo de Arte Contemporáneo del Alto Aragón (Huesca), el Museo Casa Natal de Jovellanos de Gijón, el Museo Municipal San Telmo de San Sebastián y el Museo de Bellas Artes de Granada, entre otros centros artísticos. Su hermano, Sergio, falleció.

Pocos se acuerdan hoy en Llanes de aquella familia de artistas, pero la casa que les perteneció permanece en la villa, en el cruce de las calles Colegio de la Encarnación y José Enrique Rozas Guijarro, anclada con palmera indiana y vistosa galería al Este, como un testimonio nostálgico inmune al paso del tiempo.


(Artículo publicado en el diario LA NUEVA ESPAÑA el sábado 22 de mayo de 2021). 


jueves, 29 de octubre de 2020

LOS PELÁEZ-FARELL: UNA HISTORIA ENTRE MÉXICO Y ESPAÑA

Aspecto actual de la casa de la familia Peláez en Llanes. (Foto: H. del Río)


LOS DISCRETOS VERANEOS EN LLANES DE UNA FAMILIA MEXICANA

Por Higinio del Río

El restaurante “Retrogusto”, al inicio de la Avenida de México, tiene para nosotros muchas evocaciones. Nos acordamos, por ejemplo, de cuando lo regentó con otro nombre Niti Colsa, que lo llenó de música y canciones.
Detrás de ese establecimiento hostelero hay una casa que pasa un poco desapercibida a los ojos de los forasteros, pero que en los llaniscos despierta recuerdos muy gratos.
Ese edificio, de principios del siglo XX, luce una vistosa galería al Este y una palmera indiana testimonial.
En los años 50 y 60, era propiedad de Francisco Peláez Vega (México, 1911-Madrid, 1977), hermano mayor del gran pintor Antonio Peláez, artista muy reconocido internacionalmente, fallecido en 1994. Vecinos y amigos de Octavio Paz y de Elena Garro en México, estaban instalados en la élite cultural mexicana. Eran hijos de José Peláez, de Vibaño, fundador del negocio de ultramarinos Casa Peláez, especializado en productos españoles, ubicado en la calle Mesones del D. F., que había emigrado en los primeros momentos de la revolución zapatista.
Francisco fue un notable escritor de literatura fantástica. Desde 1943, firmaba sus novelas con el nombre de Francisco Tario. Siempre elegante en el vestir y buen deportista, había sido el guardameta de dos equipos mexicanos de fútbol (el “Asturias” y el “España”). En cada partido se ponía una gorra al estilo británico y un suéter distinto. También fue muy aficionado a los toros (le unió la amistad con Manolete, con el que jugó al frontón varias veces). Vivió con su familia en Acapulco (en una casa de la Avenida Tropical), ciudad en la que era copropietario de dos salas cinematográficas: “Rojo” y “Río”. Su esposa, una mujer bellísima, era Carmen Farell Cubillas (fallecida en 1967). Formaban una pareja inseparable. Tenían dos hijos: Sergio y Julio Francisco. Viajaban por toda Europa. En 1960 decidieron fijar su residencia en Madrid: primero, en el Hotel Emperatriz, y luego en un piso en la calle Lagasca.
Los recuerdo, siendo yo un crío, ir en verano a comprar a La Pilarica, la tienda de mi madre en la calle Mayor. Iban al Sablón. Sergio y Julio participaban en los teatros del bando de San Roque, en el Cinemar. Era una familia discreta, amable y distinguida, que disfrutaba de aquellos veraneos en Llanes. Un Llanes, entonces, de verdadero ensueño.
En la tienda, de la que eran asiduos clientes, el hijo pequeño nos llamaba a mi hermano Juan Pedro y a mí “Jaimitos” y bromeaba con nosotros. Le recuerdo con un aspecto nórdico: melena, barba y bigote rubios. Nacido en 1945, había empezado a pintar y dibujar a los seis años y habría de convertirse en un famoso pintor. Su nombre artístico es Julio Farell. Tiene obra en el Museo de Arte Contemporáneo del Alto Aragón (Huesca) y en el de Bellas Artes de Granada, entre otros museos. En México expone en sitios de prestigio, como el Polyforum Siqueiros.
En 1979, el llanisco José Luis Buergo, editor y director de la revista CRITICA DE ARTE, dedicó la portada de la publicación a un cuadro de Julio Farell.

(Publicado en la web LLANES, COSAS DE LLANES el día 17 de octubre de 2020).

El escritor Francisco Tario (Francisco Peláez Vega).

Francisco Tario, en la galería de su casa en Llanes.

El artista plástico Julio Farell.

Pintura de Julio Farell que apareció en la portada de la revista CRÍTICA DE ARTE en junio de 1979.

Retrato a lápiz de Francisco Tario, hecho por su hermano, Antonio Peláez, en 1951.

Retrato de Sergio Peláez, por Antonio Peláez (lápiz sobre papel, 1950).

Retrato de Julio Peláez Farell, por Antonio López (lápiz sobre papel, 1950).