lunes, 27 de enero de 2020

FETEN: CAMINOS DEL NUEVO TEATRO PARA NIÑOS


UNA CITA INELUDIBLE PARA LOS GESTORES CULTURALES


Llanes, HIGINIO DEL RÍO

Desde 1991 viene organizándose en Gijón la Feria Europea de Teatro para Niños (FETEN), que dirige Marián Osacar Gallego y coordina Humberto Fernández Iglesias.
Ya son muchos años disfrutando de esa iniciativa, que nos permite a los gestores culturales estar al tanto de los nuevos rumbos y lenguajes del teatro infantil.
Es una suerte poder asistir a la feria y empaparse de su intensidad enriquecedora.

En 2019 (28ª edición del encuentro) disfruté de estas diez representaciones:

-          “Mi padre es un ogro”, por la Companyia de Comediants “La Baldufa” (Cataluña), en el Teatro Jovellanos.

-          “Baila del bosque”, por CAL Teatre (Cataluña), en el Centro Municipal Integrado Pumarín Gijón-Sur.

-          “¡Seu-te!, por Acrobacia Mínima (Comunidad Valenciana), en el Paseo de Begoña.

-          “El misterioso caso de Houdini y la habitación cerrada”, por Nacho Diago (Comunidad Valenciana), en el Teatro Jovellanos.

-          “Control Freak”, a cargo de Kulu Orr (Israel).

-          “El viaje de Ulises”, por Teatro Gorakada (País Vasco), en el Teatro Jovellanos.  

-          “Peregrinos”, por Voilà Producciones y El Pavón Teatro Kamikaze (Comunidad de Madrid), en el CMI Pumarín Gijón-Sur.

-          “Chorpatélicos”, por Titiriteros de Binéfar (Aragón), en el Centro de Cultura Antiguo Instituto.

-          “Three of a kind”, por The Primitives (Bélgica), en la Plaza del Instituto.

-          “Bloop”, por la Compañía Pep Bou (Cataluña), en el Teatro Jovellanos.

Hace unos años, en 2000, presencié la representación de la obra de teatro de títeres “El gato Manchado y la golondrina Sinha”, ofrecida por la compañías El Retablo y Títeres de María Parrato. Se dio la circunstancia de que, en aquella función, era yo el único director de un centro cultural asturiano que estaba presente.
“El gato Manchado y la golondrina Sinha”, obra coproducida por las dos compañías madrileñas, ganaría, a la postre, el Premio al mejor espectáculo de FETEN 2000, y, unos días después, obtendría el primer premio de la II Gala de Teatralia.
Los miembros del jurado valoraron "el respeto a la diferencia” que se ofrece en esta fábula, escrita por Jorge Amador, y “los materiales utilizados para construir los títeres".

En la inmediata reunión del Circuito de las Artes Escénicas del Principado en Asturias, celebrada en la sede de la Consejería de Cultura del gobierno asturiano en Oviedo, propuse traer a Asturias a la compañía premiada, y que fuera contratada por, al menos, cinco ayuntamientos en una serie consecutiva de representaciones, de lunes a viernes, para abaratar el caché.
Se aceptó el envite.
Fue así como pudimos disfrutar en Llanes, en el viejo salón de actos del Instituto de Educación Secundaria, de la inolvidable escenificación de “El gato Manchado y la golondrina Sinha”, el lunes 13 de noviembre de 2000.


 
 
 

domingo, 26 de enero de 2020

LLANES: AQUELLOS TEATROS DEL COLEGIO DE LAS MONJAS EN EL CINEMAR


SIEMPRE AFORO COMPLETO PARA VER ACTUAR A LOS PÁRVULOS

A finales de los años 50 del siglo XX y, sobre todo, a principios de la década de los 60, uno de los mayores acontecimientos sociales de cada año en Llanes era la función teatral que organizaban en el Cinemar las monjas del Colegio de la Divina Pastora.

El Coliseo local registraba siempre un lleno absoluto (600 localidades, entre el patio de butacas, el anfiteatro y el “gallinero”) para ver en familia un original espectáculo que año, tras año, creaban las monjas. Allí estaba todo Llanes. A las religiosaas no se les escapaba ningún detalle de la preparación de los espectáculos. 
Previamente, los párvulos pasábamos meses de ensayo, individualmente y en grupo, para cantar y saber movernos sobre el escenario. Una de las hermanas, la madre Auxilio, pianista de impecable formación, de un rigor técnico y artístico que trascendía a través de sus gruesas gafas de culo de botella, nos ejercía en el libreto, y la madre Luz Divina, guapa y siempre sonriente, lo supervisaba todo, por aquí y por allí.
Hacíamos de cocineros, de reclutas, de limpiabotas…, y, con apenas seis, siete u ocho años de edad, probábamos la experiencia teatral, el vértigo del espectáculo y la victoria sobre el miedo escénico que podían provocarnos aquellos 1.200 ojos pendientes de nuestros movimientos y de cada uno de nuestros gestos. Había que perder la inhibición, superar la timidez y soltarnos en público con espontaneidad.
Fue, sin duda, una época gloriosa de aquel Llanes de cuento de hadas, que era unas treinta veces más pequeño de lo que es ahora esta incierta urbe.

Entre tantas cosas buenas como nos enseñaron las religiosas destaca la afición a la música clásica, cuando nos ponían en el tocadiscos piezas de Tchaikoski ("El cascanueces" era una de ellas) y de Mozart en el mes de mayo (que era el tiempo de las flores), mientras recitaban poesías y rodeaban de algodones azules y blancos el pedestal de la imagen de la Purísima. Allí estábamos Minín y Luisito (los de la Nestle), Pepín y Tomás Elvira (los de la Casita), José Antonio Pintado, Juanma el de Chefi, los de la Tienda Nueva (Tomás y Jose Fernández Buergo), los del Borinquen, Javier Ojeda, los hijos del Registrador, Tomy el Cubano, los de Miralles el médico, Pepe Pedregal, mi hermano Juan Pedro y yo, entre otros muchos críos llaniscos.

Genín el de La Pilarica







viernes, 17 de enero de 2020

LLANES, COFRADÍA DE PESCADORES: UN DÍA CUALQUIERA

José Rubio Sancio, el inolvidable "Gasógeno".

UNA VISIÓN DE LA FOTOPERIODISTA MERCEDES MENÉNDEZ:
"Rulando por la pesca de Llanes"



Higinio del Río

En 2016 estuvo abierta en la planta baja de la Casa Municipal de Cultura de la villa llanisca una exposición de la fotoperiodista Mercedes Menéndez.

El escenario que escogió la autora para sus fotos fue el de la Cofradía de Pescadores “Santa Ana” de Llanes en un día cualquiera. Ya había realizado anteriormente un trabajo similar sobre la actividad de la pesca en Tenerife, y en esta ocasión se proponía "oler a mar, a mojado, a la frescura que emana de un barco que se echa a la mar con las redes, a esos pescadores que salpican su vida rodeados de gaviotas y que enfrentan el peligro cada día”. La muestra se tituló "Rulando por la pesca de Llanes".

Mercedes Menéndez ha recibido numerosos premios como fotoperiodista freelance. Entre otros, el tercer premio del concurso fotográfico de la Semana Negra en Gijón (2004), el premio a la mejor fotografía en el concurso “Nuevas Tecnologías”, convocado por el Gobierno del Principado de Asturias (2006), el primer premio del Concurso del Sueve “Josefina Pis”, en Colunga (en las ediciones de 2006 y 2007), el primer premio del concurso fotográfico “Oficios del mundo”, convocado por la Alianza Francesa de Oviedo (2013) y el premio del público en el concurso “Filmo” Laboral Centro de Arte del Festival de Cine de Gijón (2014).
La colección en blanco y negro que presentó en la Casa de Cultura de Llanes constaba de 44 fotografías.













































Mercedes Menéndez