Llanisco consorte, el diseñador madrileño Miguel Marinero encuentra siempre en Llanes motivos de inspiración. En verano, suele fijarse con detenimiento en los “Cubos de la Memoria”, la iniciativa del escultor vasco Agustín Ibarrola que ha quedado plasmada, para siempre, a la entrada del nuevo puerto.
Desde distintas perspectivas (San Antón, el antiguo Tendedero de redes, el paseo de San Pedro…) el modisto posa su mirada sobre las pinturas que dan vida a la escollera. Mira, remira y admira una obra artística que ha entrado ya a formar parte de las señas de identidad de un territorio.
La iconografía alimenta la creatividad del diseñador. Se ha producido un proceso de asimilación (o de fascinación, más bien) y Marinero ha acabado por trasladar a los diseños de algunas de sus prendas exclusivas la síntesis de ideas que Ibarrola aplicó a los bloques de hormigón de la escollera. Uno y otro han querido objetivar a su manera elementos dispersos de la memoria colectiva: símbolos, tópicos y paradigmas de Llanes y de sus tradiciones.
La moda también es arte. Una fusión que resultó muy interesante para mi gusto. Y una promoción para este concejo que no se paga con dinero
ResponderEliminarPor supuesto!
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