martes, 3 de diciembre de 2024

LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN DE MADRID CUMPLE CINCUENTA AÑOS


 

OPINIÓN                                           


Un hábitat brutalista para aprendices de reportero




HIGINIO DEL RÍO PÉREZ

El edificio de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, diseñado por José María Laguna Martínez y Juan Castañón Fariña dentro del estilo arquitectónico del brutalismo, nació en vísperas de un cambio de régimen político. Descrita como fría y sin alma, la arquitectura brutalista había emergido en pleno proceso de reconstrucción urbana en la Gran Bretaña de la posguerra y se caracteriza por emplear materiales desnudos (hormigón y ladrillo, mayormente), habituales en inmuebles de carácter institucional.

La Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense fue inaugurada cuando el edificio se hallaba todavía a medio construir. Su segunda y definitiva fase constructiva no se concluyó hasta 1978, pero desde el principio aquel contenedor ofrecería un estimulante ambiente de agitación intelectual. Quienes lo estrenamos éramos los alumnos de primer curso de la tercera promoción de Periodismo, un miércoles 23 de enero de 1974. Decenas de jóvenes, pertenecientes al grupo B del turno de mañana, nos instalamos desde ese día en el aula 506. Entre los compañeros de clase se contaban Antonio Palicio, de Morcín, Yolanda Serrano Meana, de La Felguera, Daniel Vega, de Oviedo (fallecido en 2010), Enrique Ortego (luego cronista deportivo de ABC y EL PAÍS), Pedro Piqueras (futuro presentador de informativos en varias cadenas de televisión), Manuel de Ramón (que se incorporaría en seguida al diario YA y luego a la redacción de Radio Nacional), Pedro Rozas (avezado realizador de TVE), Juan Antonio Sacaluga (que habría de ser jefe de información internacional de RNE), Carmen Villodres (editora de “La Clave” de Balbín) y Lourdes Zuriaga.

En el grupo A estaban otros dos llaniscos: Javier Menéndez Buergo, que trabajaría en INFORMACIONES a las órdenes de Sebastián Auger, el último propietario del rotativo; y Cándido Díaz Carrandi, nieto de María Quiroga Asueta, la popular guardiana del paraíso playero del Sablón. En el curso siguiente, 1974-1975, llegarían más alevines asturianos (Asturias ha sido siempre tierra pródiga en vocaciones periodísticas), como Mario Bango, de Piedras Blancas, Carlos Cuesta Calleja, de Pola de Laviana, y Daniel Serrano, de Bimenes, que compartían aula con las madrileñas Ana Rosa Quintana y Nieves Herrero.

Con una mirada de inocencia, una curiosidad sin límites y un tipómetro Gans en la carpeta, aquellos jóvenes de entonces caminábamos hacia el futuro entre “grises” apostados a caballo en la Ciudad Universitaria. Respirábamos la inminencia de una profunda transformación de la historia. Leíamos todos los periódicos que caían en nuestras manos. A lo largo de los cinco años de carrera comprábamos los libros en la “Felipa”, calle de Libreros, con un 20 por ciento de descuento, e íbamos sorbiendo la frenética actualidad de una España que era noticia en el mundo: la muerte de Franco, los sucesos de Vitoria y Montejurra, el asesinato de los abogados laboralistas, la dimisión de Arias Navarro, el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno, el “harakiri” de las Cortes franquistas, el regreso de Carrillo, las primeras elecciones democráticas… Desde las entrañas de un hábitat brutalista, hace ahora de eso cincuenta años, aspirábamos a ser Woodward y Bernstein y quizá también a comportarnos como “afanosos desfacedores de entuertos o fabricantes de sueños”, que diría el maestro Manuel F. Avello

(Artículo publicado en el diario LA NUEVA ESPAÑA el martes 12 de noviembre de 2024). 


Vista general del interior del edificio

Enrique Ortego Rey

Antonio Palicio Díaz-Faes

Pedro Piqueras Gómez

Juan José Revuelta Plaza

Higinio del Río Pérez

Juan Antonio Sacaluga Luengo

Ernesto Sánchez Pombo

Salomón Sanz Cabrero

Yolanda Serrano Meana

Alejandro Vega Fernández

Daniel Vega

Carmen Villodres García

Lourdes Zuriaga

Mario Bango

Daniel Serrano García

Carlos Cuesta Calleja












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