En los años 30, María Josefa Argüelles la alquiló al matrimonio francés formado por Charles Yvon Raoul Marie Huchet, marqués de La Bédoyère, nacido el 4 de marzo de 1872 en Saint-Servan, y Marie Adolphine Akermann, nacida el 21 de abril de 1885 en Mesland. Nobles extranjeros que deciden asentarse discretamente en una España republicana. La casa ostentaba el número 20 del Paseo de San Antón. Cuando la pareja se empadrona en Llanes, en junio de 1934, la acompañaba una doméstica, Josephine Albertz, natural de Maastricht (Países Bajos), y en seguida se incorporarían a su servicio tres mujeres del concejo llanisco: Ramona Sordo y las hermanas Piedad y Lucía Huergo Martínez.
Charles era hijo de Alexis Huchet de La Bédoyère (1839-1918), subprefecto de Yssingeaux, Auvernia (de quien había heredado el marquesado de La Bédoyère), y de Mildred Greville-Nugent (1850-1906). Se había casado en 1895 con Marie Guibert, con la que tuvo dos hijos, Charles Xavier (1896-1981) y Mildred (1900-1944), y tras enviudar contraería nupcias (1913) con Marie Akermann en Burdeos.
Los vecinos del Barrio Bustillo veían pasar al marqués a caballo, con dos perros de raza, camino de la playa de Toró, ataviado con bombachos, polainas, gorra a cuadros y jersey de golfista. Figuraba en el padrón como propietario (el estudioso Rodobaldo Ruisánchez apunta que se dedicaba, al parecer, “a negocios de exportación de pescado enlatado”). Cultivaba una huerta que tenía en la parte trasera, y en verano pasaba con ellos varias semanas una sobrina llamada Nicole. Aquella joven, con aire de alumna sartriana de la Sorbona y cabello cortado a lo garçon, acabaría casándose con el arquitecto Francisco Saro Posada (Paquito Saro), del que se separaría unos años después. Aún recordamos muchos llaniscos la hermosa lancha que poseía Saro, atracada en el centro de la ría, junto al Puente, y bautizada como “Nicole”.
Católico devoto, Charles Yvon Huchet asistía los domingos a la misa de doce y tenía como confesor al sochantre don Antonio M. Moriyón (de quien recibiría, a la postre, la extremaunción en febrero de 1942). Está enterrado en Camplengo, junto a la capilla del cementerio, en una tumba de piedra rosada que lleva grabada sobre la cabecera de la losa una cruz patada. Después de su muerte, el edificio de San Antón pasó a ser el Hotel Miramar, de Otilia Sordo Pesquera, entre cuyos huéspedes se contarían el filósofo Fernando Vela, el antiguo torero Alfredo Corrochano y su esposa, Mavi García-Vela (hija del cofundador de la Revista de Occidente) y también el fotógrafo Nicolás Muller. Una tarde, merendó allí Ortega y Gasset en 1955, el año de su fallecimiento, cuando descansaba unos días alojado en el Hostal Peñablanca. La omnipresencia del cercano faro y las sensaciones que producían sus luces en las habitaciones serían reflejadas por Vela en uno de sus textos: “A la noche veo, por los resquicios de las contraventanas, sus fulgores cuya periódica regularidad me tranquiliza y me acuna y aduerme como una canción repetida monótonamente”.
(Artículo publicado en el diario LA NUEVA ESPAÑA el miércoles 8 de marzo de 2023).