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ENTREVISTA
HIGINIO
DEL RÍO, PERIODISTA
“La entrevista fue
el inicio de los periodistas asturianos en Madrid”
Ramón Batalla
Hace unos días, ha visto la luz el tercer libro del periodista
llanisco y gestor cultural Higinio del Río. La obra, titulada “Dimes y Diretes”,
recoge en sus páginas una selección de entrevistas a cuarenta y tres
personalidades de la vida española.
Durante ese
período profesional, entre los años 1978 y 1988, realizó numerosas entrevistas,
una selección de las cuales aparecen en este libro, prologado por el ex jefe de
la Casa del Rey, el asturiano Sabino Fernández Campo, y estructurado en cinco
capítulos: Periodismo y Literatura, Política y Políticos, Economía y
Sindicalismo, Espectáculos y Deporte y Pensamiento y Sociedad.
Galería de retratos
Aparecen en
“Dimes y Diretes” algunas de las personalidades más importantes de la reciente
historia de España, como Carlos Bousoño, Antonio Buero Vallejo, Camilo José
Cela, Antonio Mingote, Emilio Romero, Fernando Vizcaíno Casas, José María de
Areilza, Enrique Barón, Manuel Fraga, Julián García Vargas, Marcelino Camacho, Carlos
Ferrer Salat, Antonio Gutiérrez, Ramón Tamames, Nuria Espert, José Luis L.
Aranguren, Julio Caro Baroja, Julián Marías y Amando de Miguel.
Licenciado en
Periodismo por la Universidad Complutense, Higinio del Río ha sido redactor
jefe de la revista Crítica de Arte, colaborador habitual de varias publicaciones
y responsable de Prensa de la Federación Nacional de Casas Regionales y
Provinciales y del Centro Asturiano de Madrid.
Es, asimismo,
el director de la Casa Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Llanes desde
febrero de 1990.
Del Río ha
publicado hasta ahora dos libros: “Asturianos en Madrid” (Avilés, 1990) y “Crónica
cultural. Una aproximación a la Casa de Cultura de Llanes” (Gijón, 1992),
prologados por el abogado y periodista José Mario Armero y por el sociólogo
Amando de Miguel, respectivamente.
Es también
autor de la tesina “Hacia el establecimiento de las relaciones diplomáticas
entre España e Israel”.
En su primer
libro, “Asturianos en Madrid”, aparecieron algunas de las entrevistas que
publicó en EL COMERCIO, a personajes como Fernando Morán, Juan Antonio Cabezas,
Víctor Manuel, José León Delestal y Manuel Antonio Rico.
- ¿Qué objetivos persigue con su último libro?
- En
conjunto, el libro pretende acercar al lector a uno de los períodos más
intensos del siglo XX español, a lo largo del cual tuvieron lugar sucesos tan
importantes como la Transición democrática, los gobiernos de UCD, la
Constitución del 78, la organización del Estado de las Autonomías, el intento
golpista del 23-F, la victoria del PSOE en octubre del 82 y la incorporación al
Mercado Común y a la Organización del Atlántico Norte (OTAN).
“Pretendo acercar al lector
a uno de los períodos
más intensos del siglo XX
español”
- ¿Por qué la entrevista?
- Para los
periodistas asturianos que hemos trabajado en Madrid, el género de la
entrevista fue como un rito iniciador. Estaban tan a mano tal cantidad de
personajes famosos e ilustres, tantos protagonistas permanentes de la noticia,
que resultaba relativamente fácil aprovechar esa fuente inagotable de
entrevistas siempre demandadas por el público lector.
- ¿Qué condiciones básicas ha de tener un
entrevistador?
- Entre otras
cosas, saber escuchar e interpretar; resumir y sintetizar las respuestas con
acierto, evitando la tergiversación y el cambio de sentido; y, como diría el
teórico francés Philippe Gaillard, simplemente hacer decir al entrevistado lo
que interesa al público.
“El único problema entre más de
doscientos entrevistados
lo tuve con el profesor Gustavo
Bueno”
- ¿Tuvo usted problemas alguna vez con los
personajes entrevistados?
- Solamente
en una ocasión. Con Gustavo Bueno. En una entrevista que le hice para HOJA DEL
LUNES de Oviedo hace años calificó a Lluis Xabel Álvarez -marido de la
consejera de Cultura en funciones, Amelia Valcárcel- de “cretino completo”. Se
armó bastante alboroto y Gustavo Bueno fue objeto de una querella criminal. La
acusación particular pedía una multa de varios millones de pesetas y unos años
de destierro para el profesor. Lo que me sorprendió fue la salida de Bueno, que
intentó, sin éxito, que pagara el pato el más débil, esto es, el periodista.
Negó haber dicho “cretino completo y apunto que el calificativo empleado había
sido el de “cretense”. Fue un suceso algo surrealista y no dejó de tener su
gracia… El único problema entre más de doscientos personajes entrevistados.
Los mejores
- ¿De qué entrevista guarda mejor recuerdo?
- Pasé con
Cela una hora y media memorable. De Julio Caro Baroja me impresionó el tono de
pesimismo que tenían sus palabras. Enrique de Castro me pareció un cura
admirable que está haciendo una gran labor luchando contra la droga en los
barrios marginales de Madrid.
- ¿Cuál es la mayor dificultad en la
elaboración de las entrevistas?
- Resumir en
seis o siete folios los 90 ó 100 minutos de conversación que mantuve por
término medio con cada uno de los entrevistados.
“Guardo mis mejores recuerdos de
Camilo José Cela, Julio Caro Baroja
y del cura
Enrique de Castro”
En el prólogo
del libro, el teniente general Sabino Fernández Campo, conde de Latores, señala
que “Higinio del Río ha sabido extraer de las entrevistas que ahora aparecen
reunidas la esencia de cada personaje, sus sentimientos interiores y sus
recónditos pensamientos”.
El ex jefe de
la Casa del Rey añade en su prólogo a “Dimes y Diretes” que “entre el amplio y
selecto plantel de personalidades que son objeto de sus entrevistas, las hay
que sentaron a través de sus respuestas unos criterios permanentes, unas
opiniones intemporales que pueden tener aplicación en todo momento”.
(JUEVES 6 DE
JULIO DE 1995 · EL COMERCIO)
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