EXPOSICIÓN "LLANES Y LAS BALLENAS"
MI PROTESTA EN VOZ ALTA
Por Higinio del Río
Me veo en la obligación de salir al paso de reiteradas malas prácticas de doña Maiche Perela que me afectan muy directamente. Desde hace un tiempo, esta buena señora se viene aprovechando de algunos de mis escritos sobre historia y personajes de Llanes para cocinar entradas suyas en la página de Facebook de la Cofradía de Pescadores Santa Ana. Siempre sin citarme, como si quisiera, de un modo obsesivo, quitarme visibilidad.
De mi serie de artículos titulada “Perfil”, que publiqué en EL ORIENTE DE ASTURIAS entre los años 1995 y 2000, la tal señora echó mano, al menos, de dos perfiles (puede que sean más) escritos por mí: el de Sacramento de la Llana (Mento) y el de Eulogio Cue Inés (Logio el Chulu), que habían visto la luz, a toda página, en las ediciones de 19 de enero de 1996 y 5 de mayo de 1995, respectivamente, del semanario llanisco. Doña Maiche cita El Oriente como fuente, pero omite descaradamente el nombre del autor de los artículos.
Lo más flagrante de doña Maiche respecto a mí, no obstante, tiene que ver con la exposición LLANES Y LAS BALLENAS, cedida por el Ayuntamiento a la cofradía de pescadores “tras su paso por la Casa de Cultura”, como dice ella sin ningún rigor.
En los más de treinta años que dirigí el centro cultural municipal, esa muestra de producción propia, tan unida a mi vida profesional en la gestión cultural, es uno de los trabajos que más satisfacciones me dio. Estuvo abierta desde julio de 2015 hasta abril de 2016. De su génesis y peculiaridades quiero recordarle aquí a doña Maiche (aunque lo sabe de sobra) lo siguiente:
-Yo fui el comisario de la exposición. La idea original, el guion, la preparación de principio a fin, el diseño y la ejecución de todos los detalles fueron cosa mía.
-Redacté los textos de los paneles (29, en total) a partir de una amplia bibliografía, con un propósito didáctico sobre una parte esencial de la historia de Llanes.
-Encargué al artista local Javier Ruisánchez el cartel de la exposición y la ilustración de los paneles, cuyo texto le envié previamente a él indicándole las escenas concretas que me interesaba destacar e ilustrar.
-Al admirado Javier ya le había encargado yo en 2008 que ilustrara otra muestra mía de producción propia: “Llanes y la invasión napoleónica”. Lo elegí a él de nuevo por su magistral dominio del lenguaje del cómic, tan apropiado, a mi juicio, para visualizar y divulgar los contenidos de mis exposiciones de carácter histórico.
Como era de esperar, de todo esto doña Maiche no dice ni pío. En sus comunicados públicos resulta curioso, por no decir sospechoso, que la tal señora se afane en destacar el papel del ilustrador, mientras silencia malintencionadamente todo lo que se refiere al verdadero creador de la muestra LLANES Y LAS BALLENAS.