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miércoles, 16 de octubre de 2019

UNA INOLVIDABLE REPRESENTACIÓN TEATRAL EN LA ÉPOCA DEL GENERAL FRANCO




Brecht en el Teatro Lara de Madrid

"La resistible ascensión de Arturo Ui", a la medida de José Luis Gómez (octubre, 1975)


HIGINIO DEL RÍO PÉREZ


Estábamos en tercero de carrera en la Complutense. Estudiábamos Periodismo. La Dictadura vivía su última fase. La oposición democrática al régimen del general Franco se organizaba en París y en otras capitales europeas y concertaba esfuerzos y acciones en común…
Todos los sábados íbamos por la mañana al Teatro Real, al concierto de ensayo de la Orquesta Sinfónica de RTVE, y no perdíamos ocasión alguna de ver buenas representaciones teatrales. La que más me impresionó fue «La resistible ascensión de Arturo Ui», de Bertolt Brecht, estrenada por el grupo «Teatro de la Plaza» en el Teatro Lara de Madrid, el 16 de octubre de 1975, en versión de Camilo José Cela. La sala estaba completamente llena de público. 


Era un alegato contra el fascismo y en ella explicaba Brecht, de un modo muy didáctico las circunstancias que hicieron posible el acceso de Hitler al poder en Alemania, en 1933. En aquella inolvidable representación, que marcaría toda una época en la escena madrileña, actuaban José Luis Gómez, Fernando Chinarro, Julieta Serrano, José María Lacoma, Miguel Palenzuela, Alfonso Vallejo, Julián Argudo, Francisco Casares, Francisco Merino, Miguel Nieto, Pedro Miguel Martínez, Antonio Requena, Antonio Canal, Eduardo Calvo, Víctor Fuentes y Eusebio Lázaro.

Música: Hans Dieter Hosalla.
Espacio Escénico: Equipo Crónica.
Dirección: Peter Fitzi, con la colaboración de JOSÉ LUIS GÓMEZ, un actor y director dramático que me deslumbró.




José Luis Gómez García (Huelva, 1940), que se había formado en el Instituto de Arte Dramático de Westfalia, en Bochum, y en la escuela de Jacques Lecoq, en París, realizaría a partir de 1964 sus primeros trabajos profesionales como actor, mimo y, más tarde, director de movimiento, en los principales teatros de la República Federal Alemana.
Después de su papel en “La resistible ascensión de Arturo Ui” completaría su formación en Nueva York con Lee Strasberg, y en 1978 asumiría la dirección del Centro Dramático Nacional, junto a Núria Espert y Ramón Tamayo, y dos años más tarde, la del Teatro Español.

A partir de 1994 centraría su labor en la concepción, gestión y dirección del TEATRO DE LA ABADÍA, en Madrid, donde tuvimos ocasión de disfrutar, precisamente aquel año, de los “Entremeses” de Cervantes, entre cuyo elenco actuaron dos actrices asturianas: Lidia Otón y Rosa Manteiga. La primera había actuado en Llanes en agosto de 1991, formando parte del grupo “Margen”, con la obra de teatro de calle “Toreros, majas y otras zarandajas”, dentro del programa de la Casa Municipal de Cultura. En cuanto a Rosa Manteiga, había pertenecido a la compañía “Teatro del Norte”, de Etelvino Vázquez.









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