"EL MEJOR ESPECIALISTA MUSICAL DE LA RADIO ESPAÑOLA"
08/02/2017
En la
madrugada del 8 de Febrero de 2017 se nos ha ido en su ciudad natal, Madrid, un
hombre de la música: José
Luis Pérez de Arteaga. Tenía 66 años y había nacido en 1950
estudiando música en Madrid y Londres y licenciándose en Derecho y Ciencias
Empresariales. Pero su vocación era la música, que devoraba a cualquier hora, y
escribir sobre la misma desde la cultura siguiendo la línea de uno de sus
maestros: Federico Sopeña.
Su
actividad periodístico-musical se inició con 19 años en la revista Ritmo y,
desde entonces, escribió miles de artículos, críticas, notas al programa y reseñas
en las más diferentes publicaciones, como la revista Scherzo,
de cuyo consejo de redacción formó parte, o diarios como El
País , ABC,
o El Independiente, siendo en la actualidad miembro del
equipo crítico de La Razón y
de El Cultural de EL MUNDO. Publicó un importantísimo
libro sobre Mahler al que, en una segunda ampliación, añadió
un valioso catálogo discográfico. También realizó traducciones y colaboró en
libros musicales colectivos.
Persona
culta y de curiosidad extrema, su conocimiento de la discografía clásica era
apabullante y no creo que hubiera una discoteca particular en España tan nutrida
y variada como la suya. La cultura, la facilidad para escribir
y el conocimiento discográfico basado en otro musical muy profundo le convirtió
en el mejor especialista musical que la radio española ha tenido en
su historia, porque desde hace 30 años su presencia en la
actual Radio Clásica y
sus antecedentes (Radio 2, Segundo Programa de RNE) era insustituible. Desde
1984 llevaba el programa El mundo de la discografía, seguido con fascinación
por miles de oyentes por su variedad y profundidad; muchos otros programas se
beneficiaron de su sabiduría y de la manera magistral con que los abordaba.
Pero,
sobre, todo era impagable realizando transmisiones en directo. Miles de
conciertos de diversas salas y festivales españoles e internacionales se
beneficiaron de su buen hacer desde los conciertos de la Orquesta Nacional de
España a las transmisiones wagnerianas desde Bayreuth o los Proms londinenses.
Las
hacía como nadie, situaba las obras y los intérpretes, ofrecía datos, realizaba
entrevistas y era capaz de improvisar con toda eficacia cuando una transmisión
tenía problemas técnicos. Le he oído solventar con brillantez incluso horas de técnica
averiada en las transmisiones de Wagner. También participaba en
las del Teatro Real de Madrid. Y para el gran publico su
voz era el acompañamiento obligado en TVE, y también en la radio, del Concierto
de Año Nuevo de Viena.
Pero
si supo servir a la música clásica como nadie, podía hablar muy bien de otros
muchos géneros más populares o étnicos. Además, era
uno de los mayores especialistas en bandas sonoras de películas que había entre
nosotros. Tenía sentido del humor, alegría y carisma. Los
músicos contemporáneos han perdido también a un gran valedor y yo personalmente confieso haber perdido a un amigo muy querido.
Recuerdo que hace unos años le dediqué mi obra Árbol
de arcángeles y cómo
lo agradeció sinceramente. Y quien pierde a alguien que no será posible
sustituir es la radio a la que amó, valoró y engrandeció. José
Luis Pérez de Arteaga era la encarnación de la música en la radio.
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